11/6/06

Kosmonautin

El mayor cuerpo
nacido nunca de mano del hombre
sobrevuela encantado,
embelesado se diría, el planeta,
fundiendo en su mirada
el iris verde, hondo
de un mar Caspio que amanece–
ocre, rojiza la tez
donde nubes de timidez planean,
tersura de sal y tierra a sus orillas quietas,
a su instante de luz abrazadas.

Es el mayor cuerpo
el angélico, inocente gesto,
brazo desprovisto de todo mal
velando sobre la Tierra entera,
piedra preciosa y rara.
¿Con qué temible, agudo estupor
nos amenazan los espacios inagotables?

Ninguna mácula en esta criatura. El hombre,
sea como quiera que sea el universo,
no se amedrenta, respira alumbrado
su mañana absoluta.



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