Los temblores del álamo
te diré también que se han apagado.
Se deshicieron los brocados.
Capa y espada son broza libresca.
Una escama untosa
lame las fachadas y encharca el cielo,
chapa de metal sucia.
Monstruos de la razón,
laboriosos, huidizos gigantes por las calles.
Pesan estos ladridos,
hasta los huesos pesan.
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