Salió y los vio alrededor,
echándose la vida a las espaldas,
transportando fardos de dudosa utilidad.
Bien labrarse un destino,
bien partir a las colinas,
apacentar nubes al norte del gran río.
Caviloso crepúsculo
en que el aire fue pesado, verde la sal.
Alborazadas,
un júbilo de golondrinas lo despertó;
alborozadas,
trayendo luz a la mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario