5/12/10

Generación Beat

Por “Generación Beat” (beat generation) se entiende el movimiento literario contracultural de los años 50 y 60 en Estados Unidos, nacido en Nueva York y asentado poco después en San Francisco. El grupo inicial estaba formado por Jack Kerouac, Neal Cassady, William Burroughs, John Clellon Holmes y Allen Ginsberg. En 1948 se unieron Carl Salomon y Philip Lamantia, en 1950 Gregory Corso, y en 1954 Lawrence Ferlinghetti y Peter Orlovsky. Gary Snyder estuvo vinculado al grupo, pero se mantuvo siempre retirado en la naturaleza y no participó de la escena intelectual urbana. Obras fundamentales son: Aullido de Allen Ginsberg (1956), En el camino de Jack Kerouac (1957) o El almuerzo desnudo de William S. Burroughs (1959). Hacia finales de los 60 el movimiento se expandió y se fundió en la contracultura general. Ejerció influencia directa en el hipismo y en músicos como Bob Dylan, Janis Joplin, Patti Smith o The Doors.


San Francisco, 1956
Bob Donlon, Neal Cassady, Allen Ginsberg, Robert La Vigne, Lawrence Ferlinghetti
Frente a la legendaria librería City Lights Books, propiedad de Ferlinghetti

La filosofía beat es básicamente antimaterialista, anticapitalista y antiautoritaria. Otorgaron un papel central a la libertad sexual y a las drogas como medio de conocimiento interior. Muchos se acercaron a religiones orientales como el budismo y el taoísmo. En política tendieron a ser socialdemócratas de centro izquierda (entonces llamados "liberals"), apoyando causas sociales como las luchas antirracistas, feministas, pacifistas y la revolución sexual. Con intención de desprestigiar el movimiento beat apareció en 1958 el término "beatnik", compuesto de las palabras "beat" y "Sputnik", sugiriendo la condición antiestadounidense y filocomunista del movimiento beat. Pronto se convirtió en sinónimo.

El mismo Jack Kerouac definió inicialmente el término "beat" como "abatido, despreciado, vapuleado" (beat down), pero luego lo reinterpretó en el sentido de "beatitud" y "beatífico".

"(Beat) Nunca significó delincuentes juveniles; significó personajes de una espiritualidad especial que no formaban pandillas sino que eran Bartlebys solitarios mirando a través de la ventana tapiada de nuestra civilización.” (1957)

La razón es que soy un “beat”, esto es, que creo en la beatitud y en que tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único... ¿Quién sabe si el universo no es realmente un vasto océano de compasión, el verdadero néctar sagrado bajo todo este despliegue de personalidades y crueldad?” (1959)

También Allen Ginsberg dio al término un significado espiritual, aludiendo a la fase de crisis dentro de un itinerario místico: “noche oscura del alma”, “nube del no saber”.

La Generación Beat habría sido el ala literaria de la contracultura de su época. Se opone a un capitalismo avanzado, que privilegia la competitividad y las ambiciones materiales ahogando otras dimensiones de la persona. Sus postulados fueron asumidos lentamente por la cultura de masas y por los universitarios urbanos en general.

Se trata de uno de los más claros ejemplos de interacción entre “alta cultura” y “cultura popular”, y tal vez el inicio de la literatura posmoderna. Elementos cultos –teológicos, filosóficos, científicos, históricos– se insertan sin demasiado rigor en un soporte fácil para convertirlo en espectáculo atractivo. La filosofía y actitud de la Generación Beat están hoy tan generalizadas que ni advertimos que existen. Ya no es tan fácil identificar la contracultura. Todo se vende, publicita y difunde por los mismos canales. Lo alternativo es objeto de campañas de marketing. La no-marca es también una marca.


No hay comentarios:

Publicar un comentario