El día se balancea
como un plato que tiembla a la mesa,
como la silla orientada a la puerta;
está llegando la noche.
Afuera un árbol
arroja sombra
bajo sus hojas transparentes.
El día desfallece envuelto en angustia
pero la tierra está en calma.
Es dulce y profundo,
también; es que estás
a punto de partir.
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