26/6/18

El telos de la narración [Luciano: Historias Verdaderas]

Textos para la edición de Historias Verdaderas de Luciano de Samósata (s. II d. C.)
próximamente en Editorial Gravitaciones
 
 
«Cuando brillaba la luz del día, divisamos ya tierra firme y nos imaginamos que era la opuesta a la que nosotros habitamos. […] Lo ocurrido en esta tierra lo explicaré en los libros siguientes.» (§ 2:47)
 
 
Desde el principio, Luciano reconoce que no ha visto ni experimentado absolutamente nada de lo relatado en el texto y que solo busca reconocimiento. Explícitamente ironiza y juega con la creencia ingenua del lector en el origen biográfico de la narrativa de viajes. Luciano narrador y Luciano protagonista se separan ahí como dos voces distintas.
 
En la conclusión de la obra hay algo igualmente importante. La direccionalidad de la narración («hacia el final del océano») se puede entender como la finalidad genérica de cualquier ficción literaria, su telos inalcanzable. A diferencia de las narraciones con final conocido, el narrador de Historias Verdaderas abandona indefectiblemente cada pueblo que encuentra y conoce «en el otro lado». El proceso solo se detiene con una promesa que el autor nunca tuvo intención de cumplir: la de escribir un segundo libro.
 
Por contraposición a la Odisea y su canónico regreso a Ítaca, el final abierto de HV corresponde a la naturaleza ilimitada e inacabable de la ficción literaria. El telos de la narración ya no coincide con el destino del viajero (ni por supuesto del narrador, una voz distinta). La escritura se crea a partir de sí misma y de sus elementos: personajes, atributos, lugares, motivos, etc., como un proceso orgánico autogestante.
 

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