3/6/06

Cartas

«Mi querido señor Kappus:

...La gente (con ayuda de convenciones) lo ha disuelto todo hacia lo fácil, y hacia el lado más fácil de lo fácil; pero está claro que nosotros debemos mantenernos en lo difícil; todo lo que vive se mantiene ahí, todo en la Naturaleza crece y se defiende a su manera, y es algo propio partiendo de sí, intenta serlo a toda costa y contra toda resistencia.

No hay medida en el tiempo; no sirve un año, y diez años no son nada; ser artista quiere decir no calcular ni contar: madurar como el árbol que no apremia su savia y en las tormentas de primavera confiado se yergue sin miedo a que el verano pudiera no venir. Pero viene. Pero viene sólo para los pacientes, los que ahí están como si la eternidad se extendiera ante ellos, despreocupadamente tranquilos y abiertos. Yo lo aprendo cada día, lo aprendo entre padecimientos a los que estoy agradecido: ¡la paciencia lo es todo!
»

Rilke, 1903

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