Porque te ahogabas y te echaste al camino
y no encuentras posada ni pozo ni bálsamo,
porque no aparecen señales, porque no ves por dónde
y se ausenta, rezagado, aquel que llama por tu nombre,
porque ganas la luz verde y lenta y suspendida,
y tomas madera, arroyo, pared de roca–
Fuego
rodeado por un círculo de piedras.
Existen mapas con prolijos senderos que divergen.
En ninguno estás.
El fuego
calienta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario