Sistemas autónomos de referencia

«El exilio del poeta en nuestros días es la aplicación sencilla de un descubrimiento relativamente reciente: aquel que detenta el poder, es capaz también de controlar el lenguaje, y no solo mediante la censura, sino también alterando el significado de las palabras. Aparece entonces un fenómeno peculiar: el lenguaje de una comunidad cautiva adquiere ciertos hábitos duraderos; zonas enteras de la realidad dejan de existir sencillamente porque no tienen nombre. Parecería pues que existe una conexión oculta entre teorías literarias como la de l’écriture, la del lenguaje que se alimenta a sí mismo, y la expansión del estado totalitario. Evidentemente no hay razón alguna por la que un estado no deba tolerar una actividad que consiste en crear poesía y prosa «experimentales», entendidas como sistemas autónomos de referencia, encerradas en sus propios límites. Únicamente si asumimos que el poeta es un individuo que lucha incansablemente por liberarse de estilos prestados para salir en busca de la realidad, resulta peligroso. En una habitación cerrada donde todas las personas mantienen una conspiración de silencio, la palabra veraz resuena como un disparo de pistola.»

Czeslaw Milosz, 1980