DE «NADA GRAVE», 2008
Todo lo que yo tengo de animal,
de vertebrado,
de mamífero,
hoy se adueña de mí con descaro exultante.
Hoy no tengo razón, y lo celebro.
¿De qué me serviría,
salvo para evaluar ciertas catástrofes?
No pienso, luego existo
aunque a duras penas, malamente.
Soy esto
–dice o casi relincha, desafiante, mi cuerpo–
y nada más que esto:
cuadrumano o solípedo
y poca cosa más: sedentario, nocturno.
Si me quedara ánimo trotaría por los campos
como un caballo joven bajo la luna llena.
Pero no tengo fuerzas;
igual que un elefante centenario
–vertebrado, mamífero–
me voy por una senda sin regreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario