4/3/09

Conciencia superficial

«La mayor parte de nuestras acciones diarias no son, pues, libres, porque conviene que no lo sean. Vivimos en un mundo de múltiples y variados objetos. Vivimos también en sociedad. Nos expresamos con palabras, especie de monedas impersonales que simbolizan nuestra conciencia superficial. Toda esta parte externa de nuestro yo es, y conviene que sea, presa del automatismo impuesto por el mundo, por la vida social y por el lenguaje (...) Pero a medida que vamos penetrando en estancias más retiradas del castillo interior, vamos siendo más nosotros mismos, vamos distinguiéndonos más del común y acercándonos a lo incomparable, es decir, a lo inefable e indefinible de nuestra propia personalidad. En lo más hondo de ella somos nosotros lo que realmente somos, y de ese fondo es de donde surgen de vez en cuando, rara vez, porque la vida no los tolera fácilmente, los actos plenamente libres, los actos totalmente nuestros (...) entonces puede en verdad decirse que algo totalmente nuevo ha sucedido en el Universo.»

Manuel García Morente
La filosofía de Henri Bergson, 1917

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