27/4/10

Turistas

El fenómeno del turismo «cultural» como perversión del Grand Tour del siglo XVIII y del Bildungsreise del XIX y XX. Estos, rito de paso y visita obligada a las fuentes del humanismo; ahora, un imperativo posmoderno más.

Nunca en la historia existió tal volumen de población flotante por Europa; nunca se vieron atuendos de safari para entrar en cafeterías y tiendas de museos.

Instrucciones de uso:
a) ver;
b) ver todo y deprisa;
c) comparar con la guía;
d) tuitear;
e) archivar;
f) preparar el próximo.

Solía haber encuentros sociales para comparar experiencias, pero esto se hace ahora directamente en la red.

Peor aún puede ser la opción de acercarse a la naturaleza, si se hace de mano del mismo «tour operador» o pasando por la tienda de «aventura» para comprar esos mismos implementos que la destruyen. Naturaleza quiere decir ahora Parque Nacional y red senderista.

Y el círculo no tiene salida.

Sea cultura, sea natura, nuestros turistas ejecutan representaciones los unos para los otros. Los lugares no son más que pretextos, pastos para las manadas que cruzan entre tesoros mesopotámicos como harán, horas antes o después, por la sección Terraza y Jardín de unos grandes almacenes.




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