No coleccionaba autos antiguos,
no duplicaba placas de matrícula.
No jugaba a ser joven y rebelde,
no cometía adulterio en horas de trabajo.
No se narcotizaba con viejas canciones,
no acumulaba cacharros sucios. No era sucio.
Un día
se les caerá la ropa.
Dirán: soy labrador,
la tierra fue mi desvelo por generaciones.
O bien: yo quise
ser pastor y cultivar sicomoros.
No es igual.
Tú fuiste privado de fuentes,
proscrito de consejos y gremios.
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