El mal no puede presentarse abiertamente, porque eso sería una forma de veracidad. No esperen pues encontrar por ahí esas figuras de Señor Oscuro o Príncipe de las Tinieblas. Ese malo no es tan malo.
El mal se viste impecable, con su piel de cordero bien cortada, se mueve con decoro. Desconfíen de colmillos y capas (atrezo para novatos), y aunque naturalmente deban evitarse ríos de lava y tormentas eléctricas, todo eso tiene poco de demoniaco.
Hay otras formas. Puede presentarse como Prevención de Delitos y ser el que siembra la desconfianza entre nosotros. Puede ser Premio Nobel y ser el que socava la identidad. Son siempre maestros de la ciencia de su época, gurúes persuasivos, vendedores de remedios milagrosos.
¿Qué esperaban? El mal sonríe hasta el acto final.
30/4/11
Oscuridades
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Ya lo decía platon el mal y el bien tiene la misma raiz. o para decirlo mejor que el mal era una especie de desviación del bien.
ResponderEliminarEs un tema muy profundo y ahora el mal objeto, o el glamour del mal ese del que usted habla.
abrazos.
unimismemonos para convencer a fernando para las lecturas de skipe.
El "glamour del mal" se llama Lucifer, ángel excepcionalmente bello que se rebela contra Dios y por ello es expulsado y arrojado a la tierra.
ResponderEliminarEste texto trata de la simulación. Pero ahora con lo luciferino se terminan de confirmar las sospechas.