Departamentos y despachitos universitarios como caso particular dentro del general, una sociedad en red donde todo consiste en aportar valor. Ser depositario y reproductor de información no lo tiene. Eso es cosa de máquinas. Eruditos y pedantes quedan en evidencia, primero; luego en el cubo de la basura o impostando la voz ante auditorios ignorantes. El recurso por excelencia, la información, circula libre e indómita como manada de ñus.
Y nadie dice que esa información sea ya conocimiento. Ahí seguimos como en Grecia, entre Sócrates y los sofistas mejor informados.
4/6/11
Erudición
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