6/6/11

Esferas

El invento cartesiano consiste en identificar la conciencia con una esfera. Con una esfera de luminosidad, perfecta en su interior, pero que, ya en el exterior, se atenúa gradualmente con la distancia (una sencilla "función de campo").

Aunque duró siglos, esa imagen es un espejismo. Pues el pensamiento no es luz, es decir, la conciencia personal no consta solo de ideas claras y distintas, y la anhelada transparencia del cogito es apenas una cáscara o corteza ("corona esférica"), que en ningún caso incluye su centro.

La zona de oscuridad es tanto exterior como interior.
Como el primer día, decir "yo" me sigue pareciendo un misterio.


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