Lo que nunca jamás se escucha en otros lugares.
El «consiento en mi morir» es, desde mi ventana, la primera voz inteligible del día. No es ficción, ni tampoco debe de ser azar, pues anoche me detuvieron a conversar con el mismo asunto.
Mujer castellana, tono sostenido y especialmente amable. Estamos de paso. Cuando te llaman hay que ir para allá, dejarlo todo como está. Es así. Las enfermedades y la muerte, amén.
Se escuchan pasos.
Vertiginoso gorjeo de golondrinas.
Cada cuarto de hora, tañido de campanas.
Castilla siempre enseña
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