De quién el escalofrío
que se aproxima por el corredor,
quién escupe sangre sobre la página,
de quién la vida
colgada, como una res,
entre vagones de tren.
Los que comen descalzos en el pabellón trasero,
los que no conocieron terra nai,
los de suturas
visibles, necrosadas,
de cierto inescrutable amor.
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